Recursos culturales
Historia
Pese a encontrarse en la zona diferentes vestigios de origen prerromano, romano y visigodo, la fundación oficial de San Esteban se encuadra dentro del proceso de repoblación llevado a cabo en la zona por los reyes leoneses en la Edad Media, cuando algunas familias se acomodaron en la comarca buscando agua para mover sus molinos. Algunas de estas familias se asentaron creando la judería sobre la cual, tras la expulsión por los Reyes Católicos de musulmanes, judíos y moriscos, con ayuda del rey francés Raimundo de Borgoña (origen del nombre Sierra de Francia), se fundaría el asentamiento cristianizado de San Esteban, cuyos primeros registros y menciones datan del siglo XV, cuando se constata que existía en la localidad una comunidad judía con barrio propio. De este modo, San Esteban de la Sierra, entonces Santisteban, pasó a formar parte del Cuarto de Peña del Rey de la jurisdicción de Salamanca, dentro del Reino de León. Con la creación de las actuales provincias en 1833, San Esteban fue incluido en la provincia de Salamanca, dentro de la Región Leonesa.
Recordemos que se encuentra en un lugar estratégico de paso entre las mesetas con intercambio cultural, comercial y religioso durante siglos entre el mundo cristiano al norte y el musulmán y mozárabe al sur. Con dos antiguos puentes sobre el río Alagón en el término municipal que así lo atestiguan: el Puente Romano-medieval y el Puente de Rando, (también de origen romano) perteneciente al Ramal de la Vía de la Plata entre Béjar y Tamames, usada como ruta comercial, ruta de trashumancia ganadera y ruta de peregrinación desde el camino jacobeo del Sur o Camino Mozárabe a Santiago de Compostela en la Edad Media, con numerosas ermitas de vocación mariana en el entorno, (Señoras de Rando, de la Cabeza, del Mensegal, del Gozo, etc..) relacionadas con antiguos ritos mítico religiosos a la “Dea Mater” de los pueblos precristianos, reconocidas posteriormente por la orden de los caballeros templarios con varios asentamientos en la comarca.
Lugares de interés
Conjunto histórico
Las actividades agrícolas y ganaderas en maridaje con los pueblos árabes y la influencia francesa han generado un entramado urbano muy característico con una singularidad en las construcciones de piedra y entramado de adobe, únicas en la provincia de Salamanca que podemos encontrar en toda la Comarca de Sierra de Francia.
Iglesia
Consta de tres naves, en su interior se encuentra la capilla mayor, su retablo y sus tres altares, además de una tribuna vistosa. El portal consta de unos arcos de cantería y una torre con tres campanas y el reloj. La iglesia mantiene su buen ornamento, además de la conservación del altar que es de plata y con una buena traza. No se sabe gran información sobre la iglesia, pero estudios hacen creer que es de estilo renacentista.

Ermita del Humilladero
Junto a la actual carretera nos encontramos con la ermita del Cristo del Humilladero o simplemente El Humilladero. Antiguamente servía como lugar de oración para los viajantes que pasaban San Esteban, arrieros y viajeros detenían su viaje para orar en esta ermita.
La ermita atesora un valor histórico y artístico importante. Según Antonio Cea Gutiérrez, en la ermita encontramos la mejor iconografía relacionada con los judíos en la Sierra de Francia, posiblemente datada en los siglos XVI o XVII.


Puente Romano
Este puente es denominado popularmente por los vecinos de San Esteban de la Sierra cómo puente Romano, pero cabe señalar que data del medievo, es decir, su estructura es de estilo medieval más que de un estilo Romano.

Fuentes romanas


Puente del Rando
El puente de Rando fue construido en el s. XVII aprovechando algunas hiladas de sillarejo del antiguo puente de origen medieval. A comienzos del s. XVIII se realizó una mejora de la infraestructura, dando lugar al puente actual.
En el lugar existió un poblado altomedieval del que se han conservado restos de algunos edificios y sarcófagos tallados en canchales graníticos ubicados en ambas márgenes del río. Este asentamiento fue deshabitado a comienzos de la Edad Moderna, aunque el lugar siguió siendo zona de paso del ramal de la Cañada Soriana Occidental, que localmente une Béjar con Tamames y posteriormente con el Campo Charro.
La calzada realizada con balasto de cuarzo apelmazado tiene 4,30m de anchura, discurre hacia el puente sobre un muro de contención de sillería realizado sobre una suave pendiente.
Lagares Rupestres
Se conocen como lagares rupestres a las cavidades en roca de granito que fueron realizadas por el hombre en el pasado. Tales estructuras, dispersas por los campos tuvieron una finalidad económica, primer proceso en la elaboración del vino. En San Esteban de la Sierra se han hallado más de un centenar de estas históricas construcciones.

Bancales de Piedra
Un bancal es aquella superficie horizontal en terrenos con declives, producto de la obra humana, que se sostiene por una pared o talud y que se utiliza para labores agrícolas.
Los bancales están construidos, en su mayoría, con paredes de roca seca, es decir, piedra sobre piedra, sin ningún elemento que los una, salvo el ingenio de los constructores.
Algunos autores sitúan el origen de los bancales como una prueba de la procedencia romana del cultivo de la vid, aunque no niegan que hubiese bancales en épocas anteriores, relacionando de esta manera los bancales con los lagares en San Esteban de la Sierra.



Eras de piedra
La era, como lugar de trabajo, es un espacio de terreno limpio y firme donde se realizan diversas funciones. Según el tipo de era, se trabajaban los cereales, se cultivaban vegetales, se preparaban argamasas, se trabajaban los minerales, etc.
Una era es el espacio de tierra, empedrado o de roca aflorante, donde se trillaban las mieses (cereal que ya está maduro). La era es un espacio donde se trillaban los cereales y posteriormente se aventaban para obtener el grano.
Normalmente se encuentran situadas cerca de una caseta o casa de labor, o en lugares accesibles desde zonas de cultivo, y suelen estar empedradas con materiales de diversa naturaleza: cantos rodados, del tamaño de un puño aproximadamente, lajas de pizarra, losas e incluso, la propia roca aflorante.
El proceso de trillado del cereal. Primero se barría la era y se preparaba para cuando se trajeran los haces. Después se «acarreaban” los haces con el carro y se traían desde las tierras hasta las eras. Luego se hacían las hacinas, que eran los montones donde se colocaban los haces y, por último, se trillaba.
Para trillar se empezaba por echar la parva, que consistía en desatar los haces y echarlos extendidos por toda la era. Luego se enganchaban los machos al trillo y… ¡a trillar!. Y después se tornaba con la horca para dar la vuelta a la parva y que todo quedase bien trillado.
Posteriormente se recogía todo con los rastros y con una rastra que se enganchaba a los machos. El montón de paja y grano se hacía con bieldas y bieldos y se dejaba en medio de la era. Después había que llevar la paja a los pajares.
